—Guan Tang se enderezó antes de decir con un suspiro:
— Inicialmente, planeaba matarte. Pero no estoy familiarizada con esta ciudad, así que no será fácil deshacerme de tu cadáver. De todos modos, ahora he cambiado de opinión. Es bueno tenerte cerca para poder charlar contigo y también para que seas mi audiencia. No tengo amigos y no tengo a nadie en quien confiar. Nadie me ha escuchado en serio como tú lo haces...
—Guan Tang hizo una pausa, como si estuviera pensando en algo seriamente antes de decir:
— Nunca he hablado tanto con otra persona antes. ¿Quién escucharía a alguien como yo?
—Jiahui se quedó sin palabras por Guan Tang. Después de un momento, miró a Guan Tang con una expresión de lástima mientras preguntaba:
— ¿No tienes un trabajo?
—¿Un trabajo? —Guan Tang se rió como si hubiera escuchado un chiste gracioso—. ¿Por qué tengo que trabajar y ganar dinero? ¿Qué tipo de trabajo crees que me conviene?
—Jiahui preguntó pacientemente: