Análisis

—¡Eso es! ¡Todos los problemas son causados por esa mujer! Tenemos que deshacernos de ella —dijo Yin Yi golpeando la palma de su mano derecha con su puño izquierdo.

—¿Deshacernos de ella? —miró a Yin Yi con la boca abierta Guan Tang.

—Sí, deshacernos de ella. Sin ella, mi hermano naturalmente notará lo buena que eres. ¿Dónde más va a encontrar una mujer perfecta como tú? —brillaron los ojos de Yin Yi.

—¿Cómo, cómo nos deshacemos de ella? —preguntó tímidamente Guan Tang.

—Prima hermana, déjamelo a mí. No tienes que preocuparte por eso —dijo Yin Yi sonriendo siniestramente.

—¡Yin Yi, no puedes hacer nada malo! —dijo apresuradamente Guan Tang pareciendo frágil y lamentable.

—No te preocupes. Sé lo que debo hacer. Bueno, ¡tu asunto ha sido resuelto! Lava tu rostro y arréglate. Iremos al Grupo Mu —le dio una palmada en la mano a Guan Tang Yin Yi.