—Gu Weiwei permaneció en silencio por un momento y dijo —Pero es muy peligroso para ella regresar.
—Esa es la razón por la que huyó después de que tuve la operación —dijo Yuan Shuo impotente—. Ahora ni siquiera podía levantarse de la cama y encontrarla.
—Ella va a ser el chivo expiatorio —suspiró Gu Weiwei.
Ahora, aparte de ellos, todos pensarían que fue ella quien había filtrado la noticia a la Familia Anderson y colaborado con ellos en el asesinato.
Cayman Dorrans no sabía la verdadera causa de su muerte y solo asumiría que Yuan Meng y la Familia Anderson eran los culpables y que Yuan Shuo era el cómplice, quien había traicionado a la Familia Dorrans.
—Ella prometió regresar, así que por ahora, solo puedo creer que cumplirá su promesa —dijo Yuan Shuo.
—¿Cuándo asumirá la culpa? —preguntó Gu Weiwei.
Si Cayman Dorrans decidiera no rendirse, no pararía hasta que ella estuviera muerta. Ella no podría regresar.