El miembro del personal también la miró con asombro.
—Señorita Mu, usted no podría haberla golpeado, ¿verdad?
Antes del programa, ella había sido bastante amigable, pero ahora había golpeado a alguien.
Efectivamente, los artistas tendían a comportarse de manera diferente frente a sus fans y a sus espaldas.
El agente de Li Xing'er la miró furiosamente.
—Mu Weiwei, solo espera la carta del abogado.
Habiendo dicho las palabras, ayudó a Li Xing'er al hospital con el personal.
Jolin, que había estado hablando con los altos directivos de la estación de televisión, corrió cuando recibió el mensaje de Xu.
En el camino, vio a miembros del personal de la estación de televisión chismorreando fuera del camerino.
—¿Golpeaste a Li Xing'er? —preguntó Jolin sin aliento.
—Sí. —Gu Weiwei asintió.
Al ver a la gente señalándolos, Jolin dijo:
—Bien, vámonos, hablemos en el coche.
Ella sí la golpeó, y también lo hizo en la estación de televisión.