¿Quién no sabe hacerse el lastimoso?

Jolin abrió las manos de Weiwei y las mostró mientras rugía furiosamente.

—Ahora te haces la víctima, después de robar las propiedades de la Familia Mu y echarla de la casa, para que se quedara fuera lavando platos. ¿Por qué deberíamos compadecerte?

—Ella solo está recuperando lo que le pertenece, ¿y tú intentas matarla?

—Yo… Yo no… —La Anciana y Li Xiangxiang se sobresaltaron por lo que vieron.

Solo la había empujado un poco, ¿cómo golpeó la mesa y sangró tanto?

—Te lo advierto, si alguno de ustedes se atreve a molestarla de nuevo, no me culpen por ser descortés —dijo Jolin enojado y siguió a Weiwei y a los asistentes afuera.

El personal de la estación de televisión había pensado que esta Anciana era lamentable, pero cuando la vieron empujar a Mu Weiwei contra la mesa, perdieron toda simpatía.

Entonces, uno del personal entró y los echó.:

—Mu Weiwei no les debe nada, si aún tienen conciencia, devuélvanle las propiedades.