Amor

Al escuchar su acuerdo, Gu Weiwei lo besó en los labios.

—La señora Fu lo ha mencionado varias veces, y es un gesto amable de los mayores, pero no me importa compartirlo solo con ustedes dos —Fu Hanzheng rió entre dientes—. Eso también está bien.

—Entonces puedes trabajar, yo iré a acostar a Yuan Bao —Gu Weiwei soltó sus manos a regañadientes y salió del estudio.

Fu Hanzheng estaba ocupado lidiando con el trabajo, así que después de bañar a Yuan Bao, le contó una historia, lo acostó y lo llevó a la habitación de Fu Shiyi.

—Cuñada, esto no está bien —Fu Shiyi se quejó con un ceño fruncido cuando vio al niño siendo entregado en su habitación—. ¿Por qué no se lo das a Fu Shiqin? No sé cómo cuidar niños.

Gu Weiwei dejó a Yuan Bao, puso su osito de peluche en sus brazos para que durmiera con él y luego lo cubrió con la manta.

—Es justo que ustedes dos se encarguen de él por un día.