Vestida con un traje profesional, Qin Man le entregó un regalo a Gu Weiwei.
—Feliz cumpleaños.
—Gracias. —Gu Weiwei lo tomó y sinceramente le agradeció.
Honestamente, no había esperado que Qin Man viniera, ni que trajera consigo a Qin Lv y Meng Ruya.
Qin Lv miró a la hermosa chica frente a él y su corazón se agitó. Se había olvidado de para qué estaba allí.
No fue sino hasta que Qin Man lo empujó que él dijo, mientras sostenía el regalo que había preparado:
—Feliz cumpleaños, Mu Weiwei.
La señora Fu había oído hablar del conflicto entre Qin Lv y Mu Weiwei por Fu Shiyi, así que se acercó y tomó el regalo de él.
—¿Por qué este niño es tan grosero, por qué no la llama tía?
Qin Lv sonrió con incomodidad pero no llamó a Mu Weiwei tía.
He Chi le dio un pulgar arriba a Fu Shiyi y dijo con una sonrisa:
—¡Tu madre es increíble! Qin Lv está tan enojado que casi vomita sangre.
—¿Por qué está tan enojado? Ya le dije que ella es mi cuñada. —Fu Shiyi resopló.