Ahora que An Yue había encontrado a su familia, muchas personas se preocupaban por ella y la amaban. Ya no necesitaba que An Qi, su hermana mayor, la protegiera del viento y la lluvia.
¿Estaría An Qi decepcionada al ver esta escena, o... comenzaría a dudar de sí misma? Solo podía esconderse en un rincón y ver a los demás ser felices.
Nie Yunfan quería hacer esta pregunta, pero sentía que si la hacía, ¿la convertiría en la villana?
Aunque la envidia estaba en el corazón de todos, sería demasiado cruel juzgarla.
An Qi no sabía lo que Nie Yunfan estaba pensando. Al escuchar su pregunta, sonrió sin saber si reír o llorar, y una sonrisa apareció en sus ojos. Sin embargo, por más que lo intentara, había un toque de amargura en su sonrisa.
—¿Qué tiene de feliz? ¡Estoy más que feliz de que Yue Yue tenga a tantas personas que la amen! —dijo An Qi, sin embargo, bajó la cabeza y dijo en voz baja—. Además, no importa. Mientras Yue Yue sea feliz, yo... no tendré que preocuparme.