—Rao Rao, ¡eres una de las tres mejores artistas con las que he trabajado! —El Sr. Sun sostuvo su cámara mientras miraba con deleite el video que acababan de tomar. Cuanto más lo miraba, más satisfecho estaba. No pudo evitar levantar la vista hacia Mo Rao mientras se maravillaba.
Mo Rao tenía una sonrisa impecable en su rostro. —No, me estás sobreestimando.
Cuando el Sr. Sun escuchó esto, miró a Mo Rao con reproche.
—¡Rao Rao! ¡La modestia excesiva es arrogancia! ¡No puedes decir eso otra vez! —Mo Rao se quedó asombrada por las palabras del Sr. Sun y no supo qué responder.
Después de todo, no podía estar de acuerdo con las palabras del Sr. Sun y alardear de sí misma. Una vez que dijera esto, quizás los rumores se esparcirían.
Algunos medios de comunicación podrían exagerar las cosas.
Afortunadamente, el Sr. Sun estaba concentrado en su cámara. Antes de que Mo Rao pudiera responder, él ya había bajado la cabeza para volver a ver el video.