Cuando Xing Yiyue escuchó de su doncella personal que estaba siendo convocada por su suegra, comenzó a ponerse nerviosa. Ella y Wang Ruoxi nunca se llevaron muy bien, por lo que no le emocionaba estar en compañía de la mujer mayor.
Con las noticias sobre su escándalo con Liu Ruoyan extendiéndose como un incendio en estos días, era solo natural que dañara su reputación como actriz. Muchos de sus proyectos y patrocinios fueron cancelados; algunos de ellos terminaron en manos de Luo Qingqing, para su disgusto.
Su orgullo no le permitía admitir que había perdido ante Luo Qingqing de esta manera, pero ¿qué podía hacer? Las noticias seguían apareciendo en los medios de comunicación tradicionales sin importar cuánto su esposo intentara suprimirlas. Para este momento, ya era casi imposible recuperar su reputación inmaculada e inocente ante el público.