Es una lástima que hayas sobrevivido (3)

El rincón de los labios de Li Meili se arqueó cuando pensó en cómo Zhang Jiren se estaba tomando en serio su matrimonio aunque fuera solo uno contractual. Aquella con quien él decidiera amar y estar en el futuro una vez se divorciaran tendría mucha suerte, porque no tenía dudas de que él sería un esposo maravilloso y un buen padre para su propia familia algún día.

Fue una pena que ella hubiera tomado dos años de su vida, o de lo contrario él tendría su tiempo libre para hacer su trabajo o conocer a una mujer con quien podría salir sin que ella interfiriera en su vida.

—Está bien. Moyu está conmigo, así que no tienes nada de qué preocuparte —respondió ella—. No tienes por qué ir a ese extremo para actuar como un esposo cariñoso —murmuró con voz baja.

—Ya veo... —Zhang Jiren dio ligeros golpecitos con los dedos sobre su escritorio y miró por la ventana de la sala de conferencias en la que estaban—. Si no estuviera tan ocupado con el trabajo, habría querido acompañarla hoy.