Callejón Sin Salida (2)

—Mami, ¿estás cansada? ¿Quieres tomar una siesta conmigo? —Xiao Bao tiró de la manga de su madre para llamar su atención. Notó que ella estaba inusualmente callada estos días y había hablado poco con él y con Pequeña Estrella.

Pequeña Estrella escuchó su conversación y se deslizó del regazo de su Tía Mei. Se quedó de pie junto a Tang Moyu, parpadeando sus ojos en confusión.

—¿Todavía te duele, Mami? ¿Debería pedirle a Tía Lu tu medicina? —le preguntó a su madre preocupada.

Tang Moyu dejó que una sonrisa se esparciera en sus labios y apartó el cabello ondulado de la cara de su pequeña hija.

—No, estoy bien. Ya no duele tanto —respondió, consciente de que sus gemelos habían estado asustados y preocupados desde su accidente.