Feng Tianyi no estaba seguro de haber escuchado bien a su cuñado, mientras que Tang Moyu miraba a su hermano gemelo con confusión. Ninguno de los dos podía entender lo que Zhang Jiren quería decir, y por qué se lo estaba contando. Sin embargo, por el tono de Zhang Jiren, era obvio que tampoco era fácil para él decirlo.
—No entiendo... —fue Tang Moyu quien expresó su desconcierto.
Zhang Jiren entendía que no sería fácil para ellos comprender lo que él decía, dado que ni él ni Tang Moyu conocían a Feng Tianyi en aquel entonces.
—Es justo lo que dije. La persona que fue responsable del accidente automovilístico en el que se vio involucrado Feng Tianyi hace siete años, no soy otro que yo —repitió.