No lo dejaré de nuevo

—Sunny… tiene miedo.

¡SPLASH!

Sunny cerró los ojos, anticipando el dolor que no llegó. Sin embargo, sintió cómo la sangre la salpicaba, y su aroma la hizo mirar con cautela. Sunny levantó los ojos lentamente, solo para ver la espalda de Aries de pie al lado de la cama.

¡Thud!

Sunny se estremeció ligeramente, mirando el cuerpo entre Tercero y Aries. Era una de las personas que Aries había tomado para usar como escudo, solo para deshacerse de ella sin pestañear. Aries estaba manchada de sangre, pero no de un ataque de Tercero.

—Abuelita… —llamó Sunny con voz temblorosa, mordiéndose el labio inferior mientras sentía un miedo genuino por primera vez en su vida.

No era que Sunny no tuviera otros planes, pero sabía que saldría lastimada. Sunny temía el dolor, después de todo.

—Su Majestad, ¿cómo puede atacar a una pobre niña sin dudar ni un segundo? —La voz de Aries era suave y débil, pero no sonaba menos confiable—. Eso es bastante decepcionante. Pensé que era mejor que eso.