—Marsella está durmiendo, pero escuchando. Deberías estar callado. No es bueno si ella conoce tus planes.
...
Hubo un momento de silencio después de los comentarios de Tilly. Todos la miraron señalando con un dedo en una dirección, con los ojos abiertos.
—¿Acabas de decir Marsella? —Conan fue el primero en romper el silencio, jadeando incrédulo.
Tilly soltó un pequeño murmullo, asintiendo.
—¿Ella está… aquí? —repitió en tono interrogativo y Tilly volvió a asentir, haciendo que Conan golpeara la mesa con las manos—. Esa bruja... ¡Voy a despellejarla viva!
El resto alrededor de la mesa se miró en silencio. Todos tenían líneas profundas dibujadas entre sus cejas antes de levantarse para comprobar la dirección donde Tilly les indicó que Marsella se estaba quedando.