La mejor manera de lidiar con los problemas: relajarse.

—¿Qué deberíamos hacer?

Tilly presionó sus labios en una línea delgada, viendo que todos sus ojos estaban sobre ella una vez más. La paciencia llenó los ojos de todos, esperando que su silencio significara que estaba reflexionando sobre ello y no solo puro silencio.

Cuando pasó otro minuto, un ruido abrupto y el apetitoso aroma de carne invadió las narices de todos. Instintivamente levantaron la vista hacia Fabian, solo para ver su brillante sonrisa que convertía sus ojos en meras rendijas.

—Por favor. No presionen tanto a la Señora Tilly. Aquí, tomen unos bocadillos —.

—Hey, Fabian. Escuché que estuviste vagando en el Imperio Haimirich durante medio año antes de aparecer —Samael interrumpió a Fabian a mitad de la oración, cruzando sus brazos mientras se recostaba cómodamente—. No debería haber confiado a Sunny a tus manos.

—La joven señorita fue mimada hasta la saciedad en el palacio.