Mis Labios Como Tu Premio

Daryl se quedó quieto mientras la escuchaba hablar. Caminó lentamente hacia el coche. Entendía lo que Kenzie le estaba diciendo. Debería alegrarse de que Kenzie finalmente aprendiera a ser más madura y ya no lo molestara, pero de alguna manera algo dentro de él se sentía insatisfecho.

—Te entiendo, Kenzie, y es bueno que ahora estés creciendo. Espero que te vaya bien en la empresa y si necesitas ayuda sabes que siempre puedes llamarme —Daryl respondió con debilidad.

Kenzie sonrió y apretó más su abrazo alrededor de su cuello. —Solo mantente ocupado en el trabajo, Daryl. Volveré a ti pronto si todavía estás soltero... —Kenzie susurró en tono de broma, haciendo que Daryl soltara una risa mientras negaba con la cabeza.

Kenzie no quería obligarlo a esperar por ella, pero no podía dejar de darle indirectas a Daryl esperando que se mantuviera soltero hasta que ella solucionara todo, porque sabía que llevaría tiempo y ella misma no podía decir cuánto.