Cris permanecía callada cuando Brix detuvo su automóvil en el estacionamiento de un complejo de apartamentos. Ella lo siguió casualmente cuando él caminó hacia las puertas del ascensor.
—Tengo un apartamento aquí que compré sin que mi mamá supiera. A menudo me quedo aquí cuando necesito espacio... —explicó, curioso por saber lo que Cris estaba pensando de que la llevara a su apartamento privado.
Cris seguía callada. Una vez las puertas del ascensor se abrieron, Brix salió y ella lo siguió. Él se detuvo frente a la puerta y se volvió hacia ella.
—¿No tienes miedo? —preguntó él.
Cris solo sacudió la cabeza y respondió —Solo abre la puerta. No me retracto de mis palabras. Ya te dije que me quedaré contigo...
Brix estaba sorprendido por su confianza. Ella parecía realmente tranquila. Él abrió la puerta y la dejó entrar en su zona de confort. Nunca había traído a nadie aquí excepto a Cris.