Me dejas sin opción

Kenzie tenía prisa por terminar su trabajo y regresar a su casa en la mansión de la familia Cha porque estaba preocupada tanto por Daryl como por su suegro. Acababa de asistir a la reunión importante y había terminado de firmar los documentos que eran urgentes.

—Ya me voy. Dile a Cris que todos los documentos están en mi mesa. Ella sabe qué hacer con ellos —le dijo a su secretaria y se apresuró hacia el estacionamiento donde su conductor ya la esperaba.

Marcó el número de Daryl y se enteró de que él ya estaba en casa con su suegro.

—¿Cómo va todo? —preguntó ella por el teléfono móvil.

—Está yendo según lo planeado. Karen ya no tiene escapatoria. Harris no tiene ni idea... Pero no puedo dejarlo quedarse aquí Kenzie —susurró Daryl débilmente.

—Mmm, está bien cariño. No hiciste nada malo. Ya terminé con el trabajo y estaré contigo pronto —informó Kenzie.

—Te amo —susurró Daryl, provocando una maravillosa sonrisa en sus labios.