La preocupación de Nicolás

Sophie notó la leve sonrisa en el rostro de Nicolás y se preguntaba en qué estaría pensando. El hombre estaba ocupado garabateando algunas notas y números, y todo el tiempo su rostro estaba lleno de una dulce sonrisa.

—Allí... —Nicolás le entregó su nota a Sophie—. Creo que podemos terminar todo en un mes y podrás abrir tu taberna de inmediato.

—Mm... gracias —dijo Sophie. Aceptó la nota y revisó todo lo que Nicolás había escrito—. Eres muy detallado.

—Sí, años de hacer trabajo de gestión me hacen un experto en planificación —dijo Nicolás con una risa—. ¿No sabes que un rey es básicamente solo un gerente glorificado? Hacemos planes, delegamos trabajos y supervisamos el proceso para asegurarnos de que el país funcione sin problemas.