—¿Ella acaba de sugerir ir a SU HABITACIÓN? —pensó Nicolás mientras su corazón palpitaba y por un momento no podía creer su suerte.
—¿La mujer de sus sueños no solo había aceptado su propuesta... sino que ahora también había iniciado la idea de tener sexo? —seguió pensando mientras miraba a Sophie con lágrimas llenando sus ojos. Nunca se había sentido tan feliz en su vida que, incluso si tuviera que morir ahora, podría enfrentar la muerte con una sonrisa.
—Te amo... —susurró mientras cerraba la distancia entre ellos y tomaba suavemente sus mejillas.
Bajó la cabeza para darle otro beso en los labios. Aunque Nicolás estaba lleno de tanto deseo, intentaba ser gentil y se contuvo con toda su cordura.
Amaba tanto a esta mujer.
Después de años anhelando y soñando con tenerla de nuevo en sus brazos, Sophie al fin había regresado a él.
Él quería hacerlo bien. Quería hacerle el amor en una cama cómoda y tratarla como la reina que era para él. No aquí, en su estudio.