Tener disputas

Roselia pov contd.

—No venimos a pelear, necesitamos su ayuda. Es cuestión de vida o muerte de mi madrina. Así que mejor compórtate o te mataré más tarde —él me miró sorprendido, pero antes de que pudiera responder, Serul finalmente subió al escenario.

—Él venía con una sonrisa burlona en el rostro y sus manos estaban llenas de armas, pero cuando posó sus ojos en mí, frunció el ceño.

—Tú eres la que vino a salvar a la pareja aquel día, ¿cierto? —asentí y él suspiró. Colocó la flecha en su lugar y entregó el arco a un hombre que lo seguía.

—¿Qué haces aquí? —preguntó con un tono molesto.

—Vengo con una oferta para ti.

—Oferta, ¿qué tipo de oferta? —inclinó su cabeza mientras miraba a Eduardo—, Todavía tienes un arma contigo. Apenas abrí la boca cuando Serul dijo eso y me quedé inmóvil, después fulminé a Eduardo con la mirada.

—Es para proteger a mi futura esposa. No les haré daño a ninguno de ustedes —él dijo con rectitud, incluso dejándome desconcertada por un momento.