579. Tu cuerpo es mucho más honesto que tu boca

El cuerpo de Elly Campbell de repente se tensó—la voz familiar, el aliento familiar, en un instante invadieron sus entrañas.

Ella abruptamente levantó la vista hacia el hombre frente a ella, y a la luz de la luna, vio su rostro.

La barba poblada, los ojos inyectados en sangre, la voz ronca por falta de sueño...

El rostro que una vez fue tan apuesto como el de un dios, ahora llevaba indicios de edad y salvajismo.

—Esposa, ya he vuelto —en ese instante, el pánico que había estado acechando en el corazón de Elly de repente se disipó y sus ojos se enrojecieron abruptamente.

Ella levantó su mano y golpeó fuertemente su pecho—. ¿Estás intentando asustarme hasta la muerte?

Porque tenía miedo de despertar a William Campbell, Elly no se atrevió a hablar demasiado alto, haciendo que la voz reprimida sonara aun más agraviada.

Adam Jones rió y la envolvió en su abrazo, su rostro acariciando su hombro—. Lo siento, pensé que estabas dormida y no quería despertarte.