Conocerlo a una edad tan hermosa, enamorarse de él y desesperadamente tratar de ser digna de él, la impulsó a convertirse en una mujer excepcional.
Ay, el destino jugó con ellos, y perdieron esa hermosa edad juntos.
Ahora, habían hecho grandes esfuerzos para tener esta oportunidad de compensar el pasado, y deberían valorarlo aún más, en lugar de perderlo nuevamente por algunos malentendidos insignificantes.
Adam sintió su repentino silencio y el suspiro involuntario que escapó de sus labios, y su corazón se dolió.
Supuso que ella estaba pensando en aquellos recuerdos insoportables y sintió tanto reproche como dolor.
Abrazando a Elly más fuerte, luego la escuchó decir:
—Desde ahora, no debe haber más malentendidos. Si me tratas mal sin decir una palabra, no te lo dejaré pasar.
Ella le pellizcó la cintura con fuerza y habló en un tono amenazante, pero para Adam, sonó más dulce que la miel.