—Presidente Jones.
—Ella lo saludó tranquilamente y no dijo nada más.
—Elly Campbell notó que la capacidad de recuperación de Daisy Thompson y Sofía Green era extraordinariamente fuerte. La última vez en la isla, habían perdido la cara de una manera bastante espectacular, y todo porque habían intentado conspirar contra ella, sólo para ser superadas por ella.
—Inesperadamente, ahora parecían tan indiferentes, como si nada hubiera pasado, enfrentándolas con expresiones serenas.
—Elly Campbell no pudo evitar mentalmente dar un pulgar hacia arriba por el grosor de sus pieles.
—Recordando cómo Adam Jones la había perseguido implacablemente, su piel tan gruesa como si no le costara nada, probablemente no había heredado nada de Daisy Thompson excepto por esta piel gruesa, una verdadera herencia de su madre.
—Adam Jones sintió un tensionamiento en su cuero cabelludo por la sonrisa tipo tía que venía de su esposa.
—¿Por qué su esposa lo miraba así? —preguntó él.