—Preguntarle a un hombre si está a la altura de la tarea es muy peligroso, ¿sabes? —preguntó Elly Campbell con conocimiento de causa.
—¿Por qué? —Tan pronto como lo hizo, sintió la fuerza alrededor de su cintura apretarse, y luego, la voz de Adam Jones vino desde junto a su oído—. Porque tu hombre querrá demostrar si está a la altura de la tarea en cualquier momento.
Habiendo dicho eso, Elly fue llevada al baño por él.
Diez minutos después, Elly miró su cabello recién peinado en el espejo, una habilidad que rivalizaba con la de Tony el estilista en la peluquería. Su sorpresa era inconfundible.
Girándose del espejo para enfrentar al hombre parado frente a ella, preguntó incrédula —¿Estás planeando cambiar de carrera para convertirte en Tony el estilista?