—Además, la persona que cuide al Oficial Shi debe informar al médico militar sobre su estado en detalle. Ya he anotado la condición del Oficial Shi de esta semana. Te lo diré ahora mismo. En el futuro, tendré que molestar a la Señora Qi para que venga al ejército una vez a la semana —Qiao Nan sonrió brillantemente, como si estuviera contenta de no tener que asumir una tarea tan problemática.
—La Señora Qi debe ser de Ping Cheng. Justo cuando el Camarada Qiu está en el ejército. Ambos pueden cuidar al Oficial Shi. Son sus familiares y, lo más importante, es conveniente para ustedes. Con ambos a su lado para cuidarlo, Shi Qing y yo podemos concentrarnos en nuestros estudios.
—¿Cada, cada semana? —Qi Minlan estaba atónita. Miró a Qiu Chenxi.
—Qiu Chenxi negó con la cabeza en silencio, sugiriendo que ella tampoco conocía los detalles de la condición de Shi Peng.