Scarlet Phoenix

—¡Maldición! Soy tu hija biológica, y me tratas como si me hubieras recogido de la calle. ¡De hecho, me tratas peor que eso! —exclamó Qiao Nan.
—Qiao Nan, no eres tan bonita ni tan inteligente como tu hermana mayor. No estás tan bendecida como ella. ¡No tienes derecho a estudiar, casarte, ni a tener tu felicidad! —respondió Madre Qiao.
—¿Por qué no se me permite estudiar, casarme o buscar mi felicidad? ¡Encontraré a un hombre ahora mismo y me casaré con él! —declaró Qiao Nan.
Qiao Nan se queda boquiabierta al descubrir que el hombre justo al lado suyo es una figura poderosa en el cuadrilátero—la persona con las perspectivas más prometedoras para ser el futuro Jefe.
Qiao Nan mira fijamente al hombre fornido frente a ella. Tiene abdominales firmes y ojos fríos e intimidantes. Traga el nudo en su garganta mientras dice sus saludos —¡Buenos días, Jefe!

Renacimiento a un matrimonio militar: Buenos días Jefe

—Shi Peng, que estaba comiendo arroz fragante en su boca mientras tomaba y engullía platos calientes y humeantes, expresó que, hace veinte años, incluso el Camarada Deng [1. Deng Xiaoping era un político chino que fue el líder máximo de la República Popular de China desde 1978 hasta su retiro en 1989.] dijo que todos los gatos que cazan ratas son buenos sin importar la especie.


—¿Cómo era esto infantil? ¡Él estaba feliz haciendo esto!


—Sí, muy afortunado —dijo Qiao Dongliang primero se rió felizmente, luego, al ver a Zhai Sheng, recordó que Zhai Sheng secuestraría a su hija para la familia Zhai algún día. De hecho, Zhai Sheng había estado pensando en hacer justo eso todo el tiempo. Qiao Dongliang no podía sentirse feliz al pensar en esto.


—Papá, come tu comida —dijo Qiao Nan detectando el intenso fuego cruzado entre los pocos hombres viejos y jóvenes, Qiao Nan fingió ignorancia.


El fuego cruzado entre los hombres