El Brillante Truco de Qiao Nan

—Shi Qing se negó a darse por vencida. —¿De verdad no hay otra forma?

—Qiao Nan levantó una ceja. —¿Por qué no grabas tu voz en una cinta? Cuando sea hora de comer, puedes decirle a la secretaria de tu papá que la reproduzca continuamente para recordarle que debe comer.

—Vale la pena intentarlo. La grabación podría no ser tan buena como la persona real, pero era mejor que nada.

—¿Hablas en serio? —Ella solo estaba bromeando.

—Por supuesto que hablo en serio. Este método es factible y operativo. Se puede hacer. —Shi Qing lo decidió. Regresó a su casa para conseguir una grabadora y una cinta para grabar su voz.

—Para comprobar su efecto, Shi Qing le pidió a Qiao Nan que la escuchara después de terminar la grabación. Quería saber si funcionaría.