—Además, todos los estudiantes de tercer año tendrán acceso a los materiales que yo proporcione. Si Zhao Yu usa su ingenio, podrá obtenerlos —dijo Qiao Nan.
—¿Qué quieres decir? —preguntó Tang Mengran.
—La familia Zhao tiene dinero —soltó una risita Qiao Nan—. En este mundo, nadie le dice que no al dinero.
—De hecho, Zhao Yu solo necesitaba gastar algo de dinero y preguntar en secreto. Alguien seguramente le prestaría los materiales —continuó Qiao Nan.
Para Qiao Nan era bueno que Zhao Yu se echara atrás y prometiera que no le causaría problemas en el futuro. Era mejor tener un enemigo menos —Gente como Zhao Yu quizá no pueda causarme grandes problemas, pero no se puede negar que es bastante molesto cuando está constantemente detrás de ti. Espero que este año pase pacíficamente. Después de que me gradúe, es imposible que terminemos en la misma universidad —reflexionó en voz alta.