Scarlet Phoenix

—¡Maldición! Soy tu hija biológica, y me tratas como si me hubieras recogido de la calle. ¡De hecho, me tratas peor que eso! —exclamó Qiao Nan.
—Qiao Nan, no eres tan bonita ni tan inteligente como tu hermana mayor. No estás tan bendecida como ella. ¡No tienes derecho a estudiar, casarte, ni a tener tu felicidad! —respondió Madre Qiao.
—¿Por qué no se me permite estudiar, casarme o buscar mi felicidad? ¡Encontraré a un hombre ahora mismo y me casaré con él! —declaró Qiao Nan.
Qiao Nan se queda boquiabierta al descubrir que el hombre justo al lado suyo es una figura poderosa en el cuadrilátero—la persona con las perspectivas más prometedoras para ser el futuro Jefe.
Qiao Nan mira fijamente al hombre fornido frente a ella. Tiene abdominales firmes y ojos fríos e intimidantes. Traga el nudo en su garganta mientras dice sus saludos —¡Buenos días, Jefe!

Renacimiento a un matrimonio militar: Buenos días Jefe

—Wei De es bastante bueno. Ha estado esforzándose y trabajando muy duro por mí.


La comida de hoy fue una forma de afirmación por el arduo trabajo de Wei De todo este tiempo. Su familia debería darles la cara a ella y a Wei De al tener esta comida.


—Hermana Zhai Hua, ¿crees que podrían ser persuadidos para regresar a casa?


—Otros no pueden hacerlo, pero tú sí —dijo Zhai Hua con certeza.


—Hermana Zhai Hua, en primer lugar, no creo tener la capacidad para hacerlo. En segundo lugar, si pudiera hacerlo y los persuadiera para ello, ¿crees que la Tía Miao y el Hermano Zhai lo merecen? Me estás pidiendo que use su confianza en mí para obligarlos a hacer algo que está en contra de sus deseos. Hermana Zhai Hua, no es de extrañar que la Tía Miao y el Hermano Zhai no quieran regresar. Estás obligando a alguien a hacer cosas que no está dispuesto a hacer. No suenes tan audaz y justa al respecto.


Cásate antes de los Treinta Años