En su vida anterior, su madre quería su riñón para salvar a Qiao Zijin y eso le causó la muerte en un accidente automovilístico. En esta vida, para evitar que ella tomara el examen de ingreso a la universidad, Qiao Zijin casi causa que su madre muera bajo las ruedas. Al pensar en esto, Qiao Nan de repente sintió que eran muy ridículas.
El Cielo tiene justicia y nadie podrá escapar de su retribución.
Cuando Qiao Zijin hizo esto, sintió que sus agravios habían sido resarcidos y que su madre había recibido su retribución. —Hermano Zhai, ¿vamos de regreso?
—Espera. Tú… ¿Cómo están relacionadas ustedes dos? —Al pensar que Qiao Nan y Zhai Sheng estaban saliendo de la mano y también por la reputación y estatus de Zhai Sheng, Qiao Zijin extendió sus brazos y bloqueó el paso de Qiao Nan, negándose a dejarla ir.
—¿Qué crees?! —Qiao Nan levantó la mano que estaba sosteniendo la de Zhai Sheng.