—¿Por qué sonaba como si Yan Zheng estuviera diciendo que Fu Jiuxiao ya conocía su identidad? Oh, no, Fu Jiuxiao solo sabía que sus habilidades informáticas eran muy buenas. Él no sabía que ella era miembro de la Alianza Sombría —Jiang Li se dio cuenta de esto, y su estado de confusión se calmó un poco.
Yan Zheng obviamente no sabía cuántas cosas Jiang Li había pensado en ese momento. Él solo se preocupaba por contarle a Jiang Li sus dificultades, y al final, no olvidó persuadirla.
—Jiang Li, debes ayudarme. El Noveno Maestro y yo tenemos una relación de vida o muerte. ¡Debes ayudarme por eso! —dijo Yan Zheng.
—¿Qué relación de vida o muerte? —preguntó Jiang Li.
Yan Zheng se quedó atónito. ¿Acaso Fu Jiuxiao no le había contado a Jiang Li sobre su relación? De repente, su corazón volvió a doler. Sintió que Fu Jiuxiao ya no era el mismo de antes.
—Suspiro, todo está en el pasado. De todos modos, solo necesitas saber que él y yo somos muy cercanos —explicó Yan Zheng.