Su Tongtong parecía haber descubierto un nuevo mundo. Sus ojos iban y venían de Jiang Li a Fu Jiuxiao, y luego de Fu Jiuxiao a Jiang Li. Se balanceaba de un lado a otro como un sonajero.
Jiang Li suspiró. Aunque no miraba a Su Tongtong, todavía podía echar un vistazo de Su Tongtong. La expresión tonta de Su Tongtong fue vista por ella.
—¿No tienes hambre? —dijo Jiang Li.
Su Tongtong parpadeó y luego asintió. Sabía que había algunas cosas que no podía preguntar. Así, esperó naturalmente a que Jiang Li le hablara de ello cuando ella quisiera.
—Ve a por algo de comida. Quiero descansar aquí sola un rato —dijo Jiang Li.
—Oh, está bien —respondió Su Tongtong. Levantó su falda y estaba a punto de irse cuando de repente recordó algo. Preguntó a Jiang Li qué quería comer y fue a buscar algo para sí misma.
—Lo que sea está bien —dijo Jiang Li.