Explosión

Muchas preguntas relampaguearon por la mente de Jiang Li.

—¿Cómo supo Fan Xuan que había una bomba en su coche, o que podría ser controlada remotamente? —¿Cómo encontró a Ban Yue? —¿Ban Yue creería fácilmente las palabras de Fan Xuan? —Lo más importante, ¿quién puso la bomba en el coche?

Era raro que Jiang Li pusiera su vida en manos de alguien más.

—Si la otra parte era Fu Jiuxiao, podría hacerlo sin dudar, no solo por la confianza sino también por la habilidad de Fu Jiuxiao —por otro lado, Fan Xuan...

Jiang Li apretó los puños.

—Ban Yue, ¿estás segura? —preguntó.

Ban Yue no entendía bien a qué se refería Jiang Li, así que contestó naturalmente:

—Sí, tú...

La voz de Fan Xuan sonó insatisfecha, y era más alta que antes.

—¿Crees que tengo ganas de salvarte? —interrumpió Fan Xuan—. Solo no quiero deberos nada.

Jiang Li alzó las cejas. Probablemente Fan Xuan estaba enfadado por la apuesta entre ellos, pero ¿por qué había aparecido?