Juega a lo Grande

—Lo siento, Señorita Yuning. Solo seguimos las instrucciones del Noveno Maestro. Si la Señorita Yuning quiere entrar, puede llamar primero al Noveno Maestro. Mientras el Noveno Maestro dé la orden, inmediatamente le abriremos la puerta —rechazó el sirviente de la puerta.

—Ustedes, guardianes, solo saben intimidar a los demás. ¿Por qué no lo piensan? ¿Pueden ustedes asumir la responsabilidad si le pasa algo a la Señora? —regañó el anciano sirviente.

—No vamos a abrir la puerta pase lo que pase. Tenemos que seguir las instrucciones del Noveno Maestro y no nos importa la vida de los demás —dijo el sirviente de la puerta.

—¡Ustedes, ustedes manada de guardianes, son demasiado! —estaba extremadamente enojado el anciano sirviente con voz ronca.