Te llevaré

El blanco y el negro retrocedieron y el cielo y la tierra gradualmente volvieron a la normalidad. El mundo circundante recuperó su color. Esta mujer no solo podía ayudarlo a disipar la oscuridad, sino que también podía llenar su mundo de color.

Xie Jiuhan había perdido completamente su orgullo. —¿Por qué no me dijiste que ibas a salir? Me hiciste buscarte por todos lados. ¿Por qué saliste sin razón? —su tono denotaba preocupación y algo de frustración.

Feng Qing estaba en los brazos del hombre, su perfil lateral apretado contra el pecho del hombre. El corazón de Xie Jiuhan latía muy rápido. El latido de este hombre era muy especial. Solo lo había escuchado una vez y nunca lo olvidaría. Incluso si hubiera cien millones de personas frente a ella, podría encontrar rápidamente al hombre.

Feng Qing dijo —Me sentía un poco sofocada hace un momento, así que salí a tomar un poco de aire.