Jiang Yu compró la botella de rapé y se la regaló al Anciano Mo como un obsequio.
De camino a casa, el Anciano Mo sostenía la botella de rapé y no podía dejarla de lado.
—Jiang Yu, realmente no esperaba que fueras tan conocedor en la identificación de antigüedades —dijo el Anciano Mo.
—No estudié estas cosas a propósito. Me interesaban mucho en ese entonces, así que encontré algunos libros de referencia y los aprendí mientras miraba —sonrió avergonzada Jiang Yu.
—Parece que eres bastante buena con el autoestudio —no pudo evitar elogiar el Anciano Mo.
—Abuelo, también puedo hacer rapé. La mayoría del rapé que se venden en el mercado tienen algunos aditivos químicos añadidos. Es más seguro hacerlo uno mismo —dijo Jiang Yu.
—¿También puedes hacer rapé? —El Anciano Mo se sorprendió de nuevo.
—Cuando leí los libros de referencia, había un método para hacer rapé escrito en él —dijo Jiang Yu.