Liu Ruyan sintió un impulso creciente de conectar con el Viejo Maestro Wang.
—¡Wang Lin! —gritó Liu Ruyan de repente.
La bulliciosa escena se apaciguó de inmediato, ya que todos se volvieron a mirar a Liu Ruyan al unísono.
La belleza y figura de Liu Ruyan desencadenaron una imaginación desbordante entre los presentes. Cualquiera que viera la figura y apariencia de Liu Ruyan asumiría primero que era la amante del viejo Wang. Así, la multitud observaba entretenida, ansiosa por un espectáculo.
Wang Lin miró a Liu Ruyan, perplejo, y preguntó:
—¿Quién eres tú?
—Soy tu admiradora —Liu Ruyan avanzó rápidamente y dijo—. Tus logros en el negocio son muy admirados por mí, y también vi tu última entrevista en el programa financiero, donde estuve de acuerdo con tus puntos de vista. Además, en 'Lu Yu Teniendo una Cita', dijiste que hay que ponerse primero una meta pequeña, ganar cien millones. Yo ahora también tengo una meta pequeña, ganar primero diez mil millones.