Capítulo 850: El Formidable Viejo Lama

Nima Lama estaba tranquilo y lucía una sonrisa agradable. Guardó la reliquia que tenía en la mano y miró a Su Zhiguo con una sonrisa compasiva —Joven, puedes ser robusto, pero eres débil de riñones. No puedes hacerme mover ni un poco. Te aconsejo que dejes de perder tu tiempo.

—Viejo monje, déjate de tonterías —respondió bruscamente Su Zhiguo, cuyo aspecto no coincidía con el de un hombre con deficiencia renal.

—Está bien, ya que insistes en actuar, no te forzaré —dijo Nima Lama con una sonrisa.

—¿Cómo es eso? —Su Zhiguo rió a carcajadas y preguntó—. Viejo monje, ¿te estás rindiendo?

—¡No! —Nima Lama sacudió la cabeza—. Necesito encerrar el noventa por ciento de mi fuerza; de lo contrario, temo que la reacción de mi inmenso poder pueda causarte daños innecesarios.

—Tú —la cara de Su Zhiguo se enrojeció mientras decía—, menos palabras.

Dicho esto, avanzó.

Dobló las piernas y bajó su centro de gravedad. Colocó sus manos en la espalda de Nima Lama.