En el suelo, el Laksana del Dragón Azul abrió su boca de par en par, barriendo a un grupo de cultivadores.
El Daoísta Shenxu, junto con los discípulos de la Secta de la Unión Gozosa, estaban tan aterrorizados que todos yacían postrados en el suelo, esperando la llegada del Dragón Azul.
Ellos pensaban que seguramente iban a morir, pero para su sorpresa, el dragón se alzó sobre sus cabezas.
Un discípulo tembló y gritó:
—¡Maestro, el Hermano Long todavía nos recuerda!
El Daoísta Shenxu rápidamente cubrió su boca, dándose cuenta de que Long Fei había elegido ser enemigo de toda la comunidad daoísta.
Si otros descubrieran su conexión con Long Fei, su destino sería incluso peor que ser devorados por el Alma del Dragón.
Un grupo de grandes maestros se unieron a la refriega, con tesoros mágicos volando caóticamente, causando que el espacio alrededor de Long Fei temblara con sus movimientos.