Si no fuera por la petición de Lin Yingying, Long Fei realmente no querría traer consigo a esta tía problemática.
Esos ojos estaban curvados, quién sabe qué clase de malas ideas estaba tramando.
Long Fei se levantó y dijo desde la distancia:
—Compórtate, soy tu cuñado, necesitamos mantener nuestra distancia.
Lin Shanshan enganchó la esquina de su boca y dijo:
—Mi hermana no está aquí, ¿de qué tienes miedo?
Long Fei le dedicó una mirada y dijo:
—¿Miedo de qué? ¿En qué demonios estás pensando?
—Chico aburrido.
Lin Shanshan sintió una ola de aburrimiento, se levantó, se estiró y se dirigió a la puerta.
Long Fei suspiró aliviado cuando envió a esta persona lejos.
Llamó al Rey Demonio Rata Terrestre para que le informara la última inteligencia que había reunido.
Ahora, bajo el apoyo de Long Fei, el Clan de la Rata Terrestre continuamente mejoraba su linaje, incluso convirtiendo el pelaje del cuerpo del Rey Demonio Rata Terrestre en dorado.