Lin Shanshan estaba completamente confundida, pensando en secreto que su cuñado se estaba volviendo cada vez más enigmático.
«¿Qué les importa a los bandidos de agua si comen o no?»
Lin Shanshan todavía era demasiado ingenua, incapaz de ver los problemas desde la situación general, queriendo defender la justicia de manera decidida.
Eliminar a los bandidos de agua beneficiaría a los residentes en ambas orillas, así como a los barcos mercantes que dependían del río para su sustento.
Sin embargo, todo debería ser estratégico, no perseguir ciegamente la exterminación de bandidos. De lo contrario, no sería más que un movimiento sin cerebro, no obteniendo ninguna ventaja y, en cambio, trayéndose un montón de enemigos a uno mismo.
La llamada estrategia significaba usar este problema para convertirlo en un gran asunto, para obtener el mayor beneficio para uno mismo.