Después de mejorar los temas, es decir, agregar más instrumentos y algunos arreglos vocales.
Los temas que canto hasta ahora Tadeo, cuando llora mi guitarra, no soy de aquí ni soy de allá, que pasa entre los dos.
El preso número nueve, nada tengo de ti, luna tucumana, guitarrero, piel chaqueña y te escribo desde el sur.
En un solo día de grabación y arreglos, se grabaron nueves temas y para el día siguiente el turco ha había arreglado los temas de derechos de autor.
Hoy era un nuevo día, para Tadeo o mejor dicho un lunes como cualquier otro.
Hoy iba a la salita de cinco ya que las clases empezaban en marzo.
No era diferente, solo otra sala en el mismo jardín de infantes. Y al entrar con su mochila negra de tela, saco su cuaderno y su lapicera.
La sala de cinco era un poco más avanzada en teoría y práctica, y hablando sobre también temas como la muerte y la vida.
Tadeo solo escucho y jugaba con su cuaderno dibujando distintas cosas como pájaros o las figuras humanas.
Aunque estaba haciendo otras cosas, aun seguía escuchando atentamente a la maestra.
Toco la campana del primer recreo del día, es decir, a las siete y media, y poco después de terminar le tocaba el desayuno simple.
Mate cocido o te junto con un pedazo de pan blanco caliente.
A decir verdad, lo único que le gusta al jardín de infantes, era su cocina, todo lo que hacía era dentro de ella.
Ya que este jardín tuvo un caso de salmonela por que no se cocino bien la carne.
Desde entonces, se creó la cocina, aumentando su prestigio y cuidado a los niños.
Después de terminar, aula por aula fue a lavar los vasos y tazas de plástico, se limpio la mesa donde se desayuno y sacaron sus cuadernos para seguir estudiando.
Mientras Tadeo hacia la tarea de lengua junto con los libros que les dieron para completarla, su brazo derecho comenzó a hormiguear.
Y haciéndole caso lo corrió con velocidad, al girar la cabeza con su ceño fruncido y enojo, noto que su compañera de banco quería decirle algo.
Y esto fue lo único que le molesto y le molestara el resto del año, una niña, aunque no la conocía y tampoco quiere, desde que empezaron las clases quería hablar con él.
-¿Qué querés?- dijo el niño alto.
-¿me podes ayudar con esto? No entiendo la pregunta.- dijo ella.
-lee la pregunta, conecta los puntos a lo que se refiere y listo.- dijo secamente.
-¿funciona?- preguntó ella.
-y si. Así hago yo.- agregó el niño.
Poco después ella siguió intentándolo y nuevamente molesto a Tadeo.
Él hizo de nuevo el gesto de evitar que lo tocaran, él so entregó su cuaderno para que lo copiara.
Y ella solo copio la única respuesta que le faltaba y le devolvió el cuaderno y le agradeció.
Tadeo solo se quedó callado.
Pronto toco el segundo recreo a más diez y media, los niños salieron corriendo del aula y el último en salir fue Tadeo.
El fue bajo a un árbol, se sentó y observó a los niños sin expresión.
Pronto un grupo de niños fue a invitarlo a jugar y el solo se negó, a los niños no les importo y invitaron a otros.
Algunas maestras vieron esto y se acercaron a Tadeo, pero él no solo de puso aquí para mantenerse alejado.
Sino para tener a simple a las maestras, y al ver una acercarse sintió que su corazón latía con fuerza.
Se levantó rápidamente y se preparó para correr si sentía amenazado.
Ella al notar su posición se mantuvo lo suficiente alejada de él.
-Tadeo ¿Por qué no juegas con ellos?- preguntó ella preocupada.
-porque no quiero.- respondió de forma seca.
-¿Por qué no?- dijo ella mientras se acercaba un poco.
-porque no y listo, no hay tanta ciencia hermana.- dijo el niño con enojo.
Pero cuando ella quería hablar nuevamente él hablo con fuerza y enojo.
-¿podes quedarte quieta en donde estas? ¿tantas ganas tenes de acercarte?- dijo con enojo Tadeo mientras que sus músculos se tensaban.
Sin embargo la gracia salvadora de Tadeo, es decir, su maestro a cargo fue hasta donde a él.
El hombre afro-argentino con padres nacionalizado argentinos, le habló rápido a la maestra.
Ella después se retiro sintiéndose rara después de escuchar las fobias de Tadeo y su miedo a las mujeres.
Al verla que se fue, sintió sus piernas sin energía y se sentó en el suelo mientras decía.
-hola Nkosi.-
-¿todo bien Tadeo?- dijo el hombre africano que tenia sus padres nacionalizado.
-no. Todo mal.- comentó el niño.
-¿Por qué es eso?- preguntó preocupado el hombre.
-tengo una niña como compañera de banco, parece una niña down porque no sabe responder una simple pregunta.- dijo el niño enojado.
-no hagas comentarios así Tadeo ¿y que se le puede hacer? Algunas personas les cuesta y a otras no, no solo por eso hay que discriminarlas.- dijo el hombre retándolo.
-no es problema mío si le cuesta, solo quiero que no me moleste.- comentó el niño.
-bueno cágate entonces. Aguántatela ahora por bocón.- dijo Nkosi.
-…- Tadeo solo se quedó callado.
-¿y como va eso lo que me dijiste? Sobre la música.- comento de la nada Nkosi.
-ya tengo un contrato con unos productores y ya grabe nueve canciones y más adelante serás veinte en un álbum.- dijo Tadeo.
-entonces tengo que esperar a que salga.
¿Qué genero es?- preguntó el hombre.
-folclore pero seguramente más adelante haga rock.- dijo el niño mirando al hombre negro de pelo corto.
-folclore… es lo primero que me enseñaron a escuchar y después fue el tango, pero prefiero el primero.- dijo el hombre.
-es cuestión de gustos, aunque soy de aquí no soporto el tango, me parece aburrido.- comentó el niño.
-pienso lo mismo que vos ¿y después del rock?- dijo cambiando el tema.
-rock-hip-hop en inglés, después no se. Lo que pinté hacer- dijo el niño mientras se encogía de hombros.
-eso si que es raro. Supongo que los de tu clase son raros.- dijo el hombre mientras hacía el mismo gesto.
-siempre fui raro. Pero no diferente al resto, solo un poco especial.- dijo el niño mientras se levantaba para ir a clase.
-ni idea. Bueno, que tengas buen día Tadeo.- dijo el hombre.
-lo mismo para vos Nkosi.- dijo el niño mientras se iba.
Al regresar al aula, su compañera lo miraba, esto causó incomodidad a Tadeo y este pensó.
'¿acaso no saben que tengo ginofobia y tactofobia?'
Pensó molesto.
Sin embargo la ignoro y presto atención al maestro que enseñaba lengua y literatura.
Nuevamente les dieron libros y comenzaron a buscar las respuestas.
Tenían hasta el tercer recreo para hacerlo.
Eran unas diez preguntas que podían responderse de forma concisa.
Y como antes, su compañera pidió ayuda y quiso tocarlo para llamarle la atención.
Y ante esto Tadeo exploto pero en voz baja.
-¿acaso no sabes como llamarme? ¿todo tenes que tocarme? ¿Qué soy una muñeca boluda?- dijo enojado Tadeo mientras la miraba enojado.
Ante esto la niña quedó sorprendía por el arrebato de su compañero de banco.
-no me sé tu nombre…- dijo en voz baja.
-¿y porqué mierda no me le pedís? Tadeo, así que trata ya de dejar de tocarme porque te voy hacer mierda loca.- dijo con bastante enojo Tadeo.
-bueno cálmate, solo quería ayuda con esto.- dijo la niña tratando de defenderse.
-bien ¿ahora que querés?- dijo Tadeo a la vez que se calmo y bajo los nervios.
Poco después de hacer la tarea junto o más bien dicho solo Tadeo, en menos de una hora terminaron.
Al entregar la tarea y ser corregida por el maestro, les dio el resto de la clase libre a hacer lo que quieran.
Tadeo al volver a su banco, simplemente fue a dormí en sus brazos y su compañera solo lo miraba.
-¿te confundo?- habló de la nada Tadeo.
-¿Qué?- dijo instintivamente la niña.
-¿Qué tanto me miras? ¿te gusto?- dijo sacando su cabeza de sus brazos y mirándola con el ceño fruncido.
-¿eh? No. Imposible. Jamás. Prefiero morirme que gustar de alguien.- dijo ella cok rapidez.
-entonces no me mires, me pones nervioso.- dijo Tadeo.
-¿tengo que pedirte permiso para mirarte?
Miró lo que yo quiero.- dijo ella enojada esta vez.
-entonces mira la concha de tu madre.- dijo Tadeo mientras volvía a dormir.
La niña al escuchar esto, quedo sorprendida y rompió a llorar.
El maestro levantó con rapidez su cabeza sobre lo que iba a hacer en la siguiente clase.
Notó que la niña llamada Aveluz Kessler estaba llorando audiblemente.
Fue hasta ella y le pregunto de porque lloraba.
Y ella solo le dijo que fue culpa de Tadeo.
El maestro le pidió explicaciones a Tadeo y este le dijo que hable con su madre.
Después de esto, los padres y madres fueron llamados a la dirección del jardín.
Mientras esperaban, los dos niños esperaban afuera, Tadeo estaba molesto por razones obvias.
Y la niña lo ignoró, Nkosi fue llamado ya que era el maestro encargado de Tadeo debido a sus problemas.
Mientras tanto Aveluz de quedo con una maestra jardinera.