Tadeo quien dormía plácidamente, escucho el cantar de los pájaros provocando que sonriera, pero sus ojos se abrieron de golpe asustando a los perros que tenía encima, así que fue rápido al comedor y vio a su madre hablando con alguien.
El niño con el ceño fruncido espero a que terminara la llamada, su madre poco después corta.
- ¿Por qué no sonó la alarma? - pregunto el niño.
-porque yo la apague debido a un incidente en la escuela- respondió ella.
- ¿Qué paso? - comento el niño mientras se sentaba y le robaba el mate a su madre y comía galletas esperando a que su madre le respondiera.
- ¿viste lo que dijiste ayer sobre la carne? - dijo ella y el niño asintió mientras tomaba mate. - bueno, tuviste suerte debido a que sos igual a tu papa, la carne al no estar cocinada como se debe y le agradezco a dios que no la comiste, la mitad de los niños y algunos maestros tuvieron salmonela. - dijo la madre.
-no solo eso ¿no? - pregunto el niño nuevamente y la madre asintió. - no tendrás escuela esta semana, así que anda a dormir nomas, ahí te deje comida para que la calientes más tarde o ahora si querés. - dijo ella.
-no ya me levanté ya, voy a tomar mate y como más tarde. - dijo el niño
-bueno, tené cuidado entonces, yo me voy a trabajar. - dijo la madre dándole un beso en el cachete a su hijo más chico.
Tadeo como no le gustaba el silencio, encendió la tele y puso el canal de noticias como ruido de fondo, mientras tanto llevo las cosas del mate afuera debido a que había viento lindo ni frio ni calor, saco a los perros de paso y les dio de comer mientras esperaba a que el agua se calentara.
Sin embargo, al no tener algo para acompañarlo, Tadeo dejo las cosas afuera y saco unos tres pesos para comprar una docena de bizcochos, yendo en zapatillas por las dudas si tenía que correr debido a que incluso había robos en el día, pero la gente si los agarraba justo, le Darian palo terapia y dependiendo de la persona plomo terapia.
Al ir por la calle, Tadeo se encontró con la policía que hacía patrullaje de rutina y estos se detuvieron al ver un niño solo a la calle a estas debido a que era la hora perfecta para robar a personas que iban solas en la calle.
Sin embargo, uno de los cuatro oficiales reconoció al niño.
Tadeo sin miedo se acercó a ellos debido a que se detuvo cuando lo vieron, cuando llegó los saludo a los cuatro y a uno en concreto.
- ¿Qué onda miguel? - pregunto Tadeo al oficial rubio de ojos azules, era uno de los pocos policías que conoció y que hizo amistad.
- ¿Qué estás haciendo que no estas en la escuela? - pregunto miguel mirando a Tadeo con el ceño fruncido.
-no tengo escuela esta semana debido a que cuando cocinaron la carne no lo hicieron bien, lo cual la mitad de los que comieron y entre ellos profes le dieron salmonela. - dijo Tadeo de forma resumida.
- ¿vo estas bien? - pregunto miguel nuevamente.
-yo soy quisquilloso con la carne, si la veo cruda ni la como, así que si estoy bien. - dijo Tadeo.
- ¿Qué estas por hacer ahora? - pregunto miguel preocupado por el niño.
-iba a comprar bizcochos para el mate. - respondió el niño.
-voy a acompañarte entonces, es peligroso esta hora. - dijo miguel mientras se bajaba de la patrulla blindando tanto en el frente como por detrás.
-bueno dale. - dijo Tadeo mientras los dos iban a la panadería.
Miguel por su parte compro facturas para el resto de sus compañeros ya que ya pasaron al menos seis horas desde que comieron algo.
Pero de la nada en el camino, miguel dijo.
- ¿alguna noticia por acá? -
-por lo que se, muchos inmigrantes están peleando por territorio de la cruz, y dicen los pibes de la plaza que, la zona de la virgen es importante. - dijo Tadeo.
-es más de lo mismo, pero gracias por la información, mantendremos un ojo en la plaza. - dijo miguel.
- ¿Cuántos búnkeres ya reventaron de los inmigrantes de mierda estos? - pregunto Tadeo.
-ya son doce ya, pero ninguno viene de la cruz, son buenos escondiéndose o cambiando de lugar. - respondió miguel y se quedó callado cuando la patrulla llego.
-bueno, nos estamos viendo miguel. - dijo Tadeo mientras abría la puerta de su casa con la llave.
-tené cuidado boludo, abstenete de comprar a esta hora, incluso los negocios comenzaron a comprar armas para los chorros de mierda estos. - dijo miguel mientras se subía al auto.
Tadeo al entrar a su casa fue atacado por tres perros quienes buscaban la bolsa que compró y Tadeo de un puñetazo a los tres se quedaron quietos, pero pareciera que no les afecto debido a que aún lo estaban molestando.
Entonces vio que en realidad se había olvidado de darles de comer, así que trajo los tres platos de los perros y momentos después fueron a echarse a sus pies para descansar.
Pero un destello de inspiración paso por la mente de Tadeo, así que fue a buscar una de las tantas hojas número cinco de su madre, que tanto usaba para sacarse el estrés y calmar la mente.
En minutos había bocetado lo que paso por su cabeza, un faro iluminando el mar bravo, el atardecer atrás con sus nubes blancas, el faro estaba en tierra firme pero acantilada y arriba del faro estaba la bandera argentina flameando y mostrando su belleza por completo.
Poco después comenzó a mejorar aún más el boceto y agarrando los colores de la habitación que usa su madre para pintar, colores anaranjados, azules, marrones, negros, blancos, celestes, amarillos, verdes y muchos más.
Paso toda la mañana dibujando y pintando y de la nada la puerta de su casa fue golpeada.
Tadeo fue tranquilo y vio que era su padre, al abrirle le pidió su opinión de cuál de los tres cuadros le gustó, entonces el padre eligió el cuadro con los colores más vivos o brillantes, Tadeo guardo los otros dos en la habitación de su madre y el que eligió su padre lo guardo en su mochila por las dudas si se olvida.
Poco después los dos hombres se pusieron a comer fideos con salsa y carne picada y jugo de manzana.