En el club Huergo, Tadeo estaba sudando por completo debido al entrenamiento de piernas que le hacia hacer la entrenadora de vóley, subían bajaban escaleras que no eran nada para Tadeo si fueran pequeñas, pero estas para subirlas tenia que casi poner las rodillas al pecho, aunque era una exageración.
Después de salir de las gradas donde entrenaban las piernas, al entrar en la cancha comenzaron a hacer flexiones y abdominales, poco después de terminar hicieron estiramientos individuales y en conjunto, segundos después la profesora dividió a todos en par para hacer ejercicios simples con las pelotas.
Poco mas de dos horas de jugar entre si de dos jugadores, de a cuatro, seis y mucho más, el día de entrenamiento de vóley terminó, al terminar todos estiraron las piernas, cintura, torso y brazos, el grupo entero comenzó a tomar agua tanto suyas como compartidas.
Tadeo visiblemente levantaba y bajaba su pecho mientras el sudor recorría su rostro, incluso el pelo largo que tenia estaba pegado a su piel, sin embargo, no era excusa para ir desabrigado, ahora era mayo, pleno otoño con clima de invierno y de vez en cuando un lindo día sin tener que abrigarse.
Al ponerse la mochila y querer irse sus oídos captaron el sonido de su nombre, al darse vuelta vio a varios de sus compañeros de equipo en un círculo, sin nada que perder fue hasta ellos.
-Tadeo ¿te pinta juntarte con nosotros? - pregunto Ricardo expectante.
- ¿Qué estaríamos haciendo? - respondió preguntando.
-vemos que sale, debido a que un pajarito nos contó que te peleaste y sacaste de tu vida a tus amigos del barrio. - dijo él.
-bueno dale si también me das el nombre del pajarito para sacarle los dientes por intruso. - respondió Tadeo.
-buena re peligroso era. - dijo Jeremías.
Y el grupo se rio debido al comentario, después de meses de soledad y solo tres amigos de verdad, Tadeo consiguió un nuevo grupo de amigos para sacarlo del aburrimiento.
Poco después de salir del Huergo, se subió a su nueva bici que se compró y benjamín no quería cobrarle, pero él insistió, sin embargo, Tadeo esta vez no iba desarmado, ahora tenia una manopla de hierro para bajar las treinta y dos piezas de dientes al chorro o a varios de ellos si es que iban a robarle sin armas.
Manejando sin manos, Tadeo bicicleteaba por medio de la calle debido a que su zona se volvía cada vez mas peligrosa debido a los robos, pero los ciudadanos hacían justicia por mano propia y cada caso el fallo era a favor del hombre o mujer que defendió su propiedad y bienes, incluso si le habían disparado al ladrón y caía muerto.
Pero lo divertido de todo esto, eran las poses graciosas que hacían cuando caían debido a que le dispararon, los niños o si es que estaban en las calles cada vez fueron mas vigilados por sus hermanos, hermanas o jóvenes de las calles, incluso tenían botellas en mano por si tenían que salvarlos.
Durante el camino Tadeo al ser reconocido nacionalmente, todos los saludaban y de vez en cuando le pedían una foto y como siempre le resulto molesto, pero poniéndose en sus zapatos debía hacerlo porque les hacia ilusión por ser su artista favorito o solo por ser famoso.
Incluso le pidieron autógrafos algo que se acostumbre con el tiempo, pero lo más raro de todo esto, es que Tadeo parecía un adulto tanto en facciones como en musculatura y altura, pareciendo que tenia veinte años debido a su metro setenta y cinco, un dato que tal vez en el futuro sus fans recordaran que en ese momento tenía siete años.
Poco después siguió su camino, pero a lo lejos notó que su casa salía humo, pensó que tal vez su padre tenía ganas de comer asado y cuando llego era lo que se decía a si mismo, los amigos de su padre e incluso madre estaban ahí preparando todo para comer, todos al verlo lo saludaron cariñosamente como siempre, y resignado pero debido a la educación de sus padres, los saludo uno por uno a los invitados.
Y eso no cambiaba de que no debía bañarse, fue a su habitación a elegir una muda de ropa abrigada y un toallón, al entrar al baño y prender la luz, la cerró con traba y comenzó a desvestirse y abrir el agua caliente y menos de cinco minutos estaba como nuevo y con peine en mano fue a su madre que peinera su cabello negro lacio que le llegaba a la media espalda.
Mientras escuchaba las conversaciones de las mujeres de forma involuntaria, su madre le peinaba primero las puntas y luego las raíces, cuando termino se fue rápidamente a los hombres para recuperar masculinidad debido a la cantidad de datos que decían las mujeres por segundo.
En cambio, los hombres hablaban de cosas más misceláneas sobre futbol, compañeros de trabajo, el problema de los autos, los autos de su mejor amigo, la delincuencia de los inmigrantes de mierda, la cantidad de muertes de pibitos de quince a veintiún años y demás cosas.
Ellos estaban bebiendo alcohol mientras que las mujeres no debido a que ellas iban a conducir, y de vez en cuando intercambiaban los lugares porque ellas también querían tomar, el asado como siempre era bastante abundante al igual que las ensaladas y el pan.
- ¿al final Tadeo supiste de los que te robaron? - preguntó su tío Daniel que vino a último momento, pero aun así trajo más asado, gaseosas y cerveza.
-la verdad es que no, no me interesa tampoco ante sí, quería ir a buscarlo a hacerlos mierda, pero no los voy a encontrar mas e incluso la policía no pudo. - dijo Tadeo encogiéndose los hombros mientras tomaba gaseosa.
-mal ahí boludo, cuando los encontrés avisanos a si lo vamos hacer mierda. - dijo su tío y el resto de hombres solo asintieron mirándolo.
-bueno mientras tanto viviré. - dijo Tadeo mientras hacia un gesto de que no importa.
Al final el grupo de hombres solo le dio la razón.