En la fiesta, Selene se encontraba disfrutando de la velada a pesar de no ser particularmente cercana a sus colegas. Se mantuvo cerca de Kace y Liam, quienes la mantenían entretenida. Liam compartió algunas historias de su vida, incluyendo algunas embarazosamente divertidas que los hacían reír a ambos.
Liam se ofreció a bailar con Selene y ella aceptó.
Juntos, fueron a la pista de baile donde todos se movían al ritmo de la música alta, sacudiendo su cuerpo como quisieran.
Al principio, Selene estaba demasiado tímida para bailar con Liam, así que se tragó de un sorbo su última copa de alcohol.
Kace solo pudo golpearse la frente con la mano en señal de frustración.
Liam observaba a Selene, cautivado por la forma en que se balanceaba al son de la música estridente. No pudo evitar admirar cómo su vestido blanco se ajustaba perfectamente a su cuerpo, acentuando cada curva. Pero eran sus largas piernas las que verdaderamente captaban su atención, hipnotizándolo con cada paso que daba.