Mansión Harrison

El ruido de fondo se había vuelto repentinamente tenue y todo lo que Anastasia podía oír era su corazón acelerado.

—¿Y si quiero venganza por lo que me hicieron?

Julián miró a Anastasia con una mirada complicada. Nunca había pensado en esto. Su plan inicial había sido rescatarla y luego llevarla de vuelta a su familia. Pero ahora, ella quería venganza.

No podía evitar preguntarse qué había pasado con Anastasia para que de repente hiciera esas preguntas. Desde que había despertado, su mente siempre había divagado libremente, pero no hasta este punto.

—¿Me ayudarás? —Anastasia hizo la pregunta que él no sabía si podía responder de inmediato.

Continuó mirando a Anastasia, pensando en la respuesta correcta. Por un segundo, el aura que emitía la sofocaba y su mente se quedaba en blanco.

—Si puedes salvarme por lástima, entonces también puedes salvar a las otras chicas, ¿verdad? —Anastasia continuó.

—Es negocio.