Capítulo 642: ¡Solo ella puede hacer que él incline su cabeza!

Mirando esos ojos llenos de desagrado y desprecio, el Rey no sabía por qué, pero sintió una profunda tristeza.

En ese momento, aquel hombre se erguía radiante como una deidad bañada por el sol mientras él no era más que un gusano en la oscura y hedionda alcantarilla.

Uno tomaba el sol mientras el otro se ocultaba en la oscuridad.

Se miraban mutuamente desde la distancia, más allá del alcance de uno y otro.

Este sentimiento era insoportablemente perturbador, estimulando profundamente sus nervios cerebrales y su corazón.

Aunque Yan Ling estaba preocupada por el hombre vomitando sangre, notó que comenzaba a calmarse, lo que indicaba que su táctica estaba funcionando.

—Rey, esto no es un callejón sin salida, si estás dispuesto a cambiar, mi decisión también puede cambiar. ¿Quieres que me quede? —Yan Ling suavizó su tono, comenzando a consolarlo de verdad.

El hombre no pudo hablar, pero inconscientemente asintió con la cabeza.