—Según mi estimación, la próxima explosión debería ocurrir en unos cinco minutos. ¿Crees que podremos escapar del laboratorio en ese tiempo? —Al escuchar a Qi Yunjue decir esto, Yan Ling cayó en la más absoluta desesperación.
¡En cinco minutos no podrían escapar, ni hablar de cavar un túnel de escape! —Qi Yunjue llevó la mano de Yan Ling a sus labios y la besó suavemente.
—No te preocupes, ¡te sacaré de aquí a salvo! —Aunque Yan Ling estaba conmovida, no podía permitirse verlo arriesgar su vida.
—¡No! Tu cuerpo puede que esté mayormente curado, pero la herida en tu espalda aún no ha sanado del todo. Si empiezas a cavar un túnel de escape ahora, probablemente desgarrarás tu herida... —Tras escuchar esto, Qi Yunjue respondió con una sonrisa amarga.
—¿Quién te dijo que iba a usar ese método tonto tuyo? —Yan Ling se sintió bastante disgustada al oír esto.
—¿Qué has dicho? ¿Que soy tonta? —Qi Yunjue, quien aún tenía un fuerte instinto de supervivencia, admitió rápidamente.